La Abstracción lírica o espontánea.
A diferencia de la
abstracción geométrica que viste el bloque pasado, la abstracción lírica se
aleja de formas o líneas definidas, a este tipo de abstracción lírica también
se le conoce como abstracción espontánea, que como su nombre lo indica, se basa
en acciones libres y espontáneas que no llevan ningún tipo de preparación por
parte del artista.
En este tipo de arte los
materiales y técnicas cumplen un objetivo fundamental porque son parte esencial
de la composición.
A mediados del siglo XX,
después de la Segunda Guerra Mundial, quedó en Europa un sentimiento de desconfianza
y duda ante los valores que se habían perdido como consecuencia de los horrores
de la guerra. Los artistas, en calidad de portavoces, comenzaron a plasmar este
sentimiento en sus producciones, lo que dio como resultado un arte completamente
expresivo basado en la experimentación, la espontaneidad y lo informal.
De aquí
surgió el término “informalismo” con el que se conoció a la abstracción lírica
en Europa y expresionismo abstracto en Estados Unidos, donde se ejecutó
paralelamente.
Una de las características más
importantes de las obras de la abstracción lírica es el proceso creativo, una
especie de extensión del sentimiento que experimenta el artista y que pasa de
una manera “automática” a la superficie del cuadro. Hay quien dice que dentro
de este estilo es más importante el proceso creativo que la obra misma.
Esta corriente artística
estuvo muy influida por el existencialismo de los filósofos Martin Heidegger y
Jean Paul Sartre, quienes en sus teorías buscaban exaltar la libertad total del
artista para expresar sus emociones, vivencias e ideas, influyendo con esto, a
los artistas europeos de su tiempo.
Dos de los precursores más importantes
de esta corriente fueron Wassily Kandinsky y Paul Klee.
En México surgieron también artistas
que experimentaron con las abstracción lírica y espontánea como Irma Palacios,
Lilia Carrillo, Brian Nissen (quien vivió muchos años en México), Ilse
Gradwhol, entre otros.
Algo importante que agregar
sobre la abstracción lírica y espontánea es la importancia que los artistas dan
a las obras creadas por los hombres de las cavernas, en lo que se conoce como arte primitivo, así como el creado por
niños y por enfermos mentales. Su valor radica en lo inconsciente o en lo
primitivo de estas obras por considerar que estas personas las elaborar de una
manera completamente libre, pura y espontánea. Un buen ejemplo es el Art Brut cuyo representante principal
es Jean Dubuffet y el grupo COBRA, deribado de las letras de las ciudades de
origen de los artistas que la conformaron (Copenhague,
Bruselas y Amsterdam.
Otros estilos dentro de la abstracción lírica.
Tachismo.-
Se le conoce también como “arte sígnico o gestual” predominan las pinceladas
como manchas, rayones o tachones e color creadas de manera libre y rápida.
Art brut.-
libertad toral de los trazos e importancia a aquello que sale del inconsciente.
Pintura matérica.-
explota las posibilidades de los materiales y los convierte en protagonistas de
la obra dándole un nuevo significado.
Espacialismo.-
busca otro tipo de espacio más allá del lienzo. Las formas de lograrlo salen de
lo convencional, ya que se logra con perforaciones e incluso rasgando el lienzo
o la tela.
Técnicas de abstracción lírica.
Chorreado (dripping)
Consiste en chorrear o
salpicar la pintura sobre la superficie del lienzo o la tela de una manera
totalmente azarosa, espontánea, automática e inconsciente. No hay premeditación
ni preparación de ningún tipo al hacerlo. En esta acción de pintar (por lo que
el estilo de estas pinturas recibió también el nombre de action painting que se
traduce al español como “pintura de acción”) se chorrean varios colores que
salen directamente de los botes de pintura, lo que va formando una especie de
redes o tramas a base de líneas libres que se superponen. Dentro del chorreado
se suele utilizar formatos de gran tamaño con el fin de que el artista pueda
caminar sobre la superficie y recorrerla mientras chorrea la pintura.
Frottage
Quiere decir “frotar” en
francés y consiste en imprimir texturas de algún material rugoso sobre un papel
frotado con un lápiz suave o carboncillo de manera que vayan apareciendo las
texturas del objeto sobre el papel. Seguramente ya has practicado el frottage
sin darte cuenta, pues es muy común hacerlo con una moneda bajo un papel.
El artista Max Ernst fue el
primero en utilizar la técnica de frottage en sus cuadros. Se inspiró un día
que miraba detenidamente las figuras abstractas que formaban en un piso de
madera antigua y decidió “capturarlas” con carboncillo suave sobre papel para
que apareciera sobre él.
El frottage tiene su origen
en Oriente, donde se utilizaba desde la antigüedad como medio de impresión; sin embargo, fue en
el siglo XX que Max Ernst empezó a utilizarlo como técnica artística.
Grattage
Esta técnica se parece mucho
al esgrafiado, la cual consiste en colorear una superficie con crayones unos
arriba de otros y cubrirlos con pintura negra para después trazar dibujos con
una punta afilada de manera que vayan surgiendo los colores de las capas de
abajo. En el grattage es más o menos lo mismo, pero con capas de pinturas que
al secarse se “rasgan” o raspan con un cuchillo o herramienta filosa creando
trazos o incisiones sobre la superficie. Muchos artistas de la abstracción
lírica recurrieron al grattage en sus cuadros o a varias combinaciones de
técnicas en uno solo.
Collage
Es una técnica con la que ya
has trabajado; recuerda que consiste en pegar todo tipo de materiales en la
superficie de una obra, como periódico, papeles, telas, piedras o cualquier
objeto que se pueda adherir al lienzo. Muchas veces los artistas recurren también
a la pintura para complementar sus collages, ya que con ésta logran integrar
amónicamente todas las partes de la composición.
El collage también se ha
desarrollado al incorporar nuevos materiales de desecho: corcholatas, pedazos
de mallas metálicas, restos de llantas, etc. Dentro de la abstracción lírica,
el collage se relaciona mucho con el estilo de pintura matérica.